Como vivir el día de los niños adecuadamente
- Mariana Chalita
- 14 nov 2024
- 3 Min. de lectura
El 31 de octubre se celebra en la mayoría de país del mundo la fiesta de Halloween. Muchos acuden a esta celebración desconociendo en realidad sus orígenes y su significado.
El 01 de noviembre es el día de la solemnidad cristiana de todos los Santos, y en la iglesia se empieza a celebrar desde la noche anterior. Por ello la noche del 31 de octubre, en el inglés antiguo, era llamada All hallow’s eve (víspera de todos los santos). Más adelante esta palabra se abrevió como “Halloween”.
En la antigüedad, los pueblos celtas del norte de Europa, celebraban el 31 de octubre una festividad llamada Samhein. Ellos creían que esa noche el dios de la muerte permitía a los muertos retornar a la tierra, fomentando un ambiente de terror. Una forma de evitar la maldad de los espíritus malignos, era disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibido ante sus miradas. Estas costumbres paganas, y la coincidencia cronológica de su fiesta con la celebración de todos los Santos, hizo que las creencias cristianas se mezclaran con las antiguas supersticiones de la muerte. Con el arribo de algunos irlandeses a Estados Unidos, se introdujo en este país el Halloween, y de ahí a todo el mundo.
Para aclararnos la visión Católica de esta celebración, entrevistamos al Padre Carlos de Jesús Díaz, sacerdote Diocesano de la Arquidiócesis de Cali, quien se encuentra de misión en Cartagena adscrito a la Parroquia del Perpetuo Socorro de Bocagrande.
¿Qué piensa la Iglesia Católica respecto a Halloween?
Padre Carlos Díaz: La iglesia tiene una doctrina que viene de la ciencia del bien, y nosotros defendemos el bien, por bondad, por vocación y por qué nos realiza como personas. El Halloween tiene sus raíces en la ciencia del mal. Así como existe el bien, existe el mal. El mal se propone introducirse la cultura para que las personas ignorantemente empiecen a hacer culto a la muerte de manera negativa; sobre todo con incidencia a desfigurar la belleza de la imagen del hombre vistiéndose de monstruo o de muerte. Por eso la Iglesia no consciente y no recomienda ese tipo de fiestas porque las considera paganas y su origen es pagano, es decir, que no viene de Dios.
¿Qué podemos hacer los católicos ese día?
Padre Carlos Díaz: Para nadie es un secreto que ese día se hace mucho mal, pero la gente se ha venido enterando poco a poco. En las grandes capitales en el mundo se hacen actividades y ritos que van en contra de la moral y la disciplina, inclusive se roban niños para sacrificios. Por eso debemos Cristofinalizar ese día, con disfraces que evoquen santos, ángeles, y evitar disfraces de brujas y monstruos. Debemos hacer oración pidiendo que nadie le haga daño a los niños y que la gente tome conciencia que no podemos consentir esa cultura de la muerte sino cultivar la cultura de la vida.
¿Los niños se pueden disfrazar o no?
Padre Carlos Díaz: Si queremos proponer una cultura de la vida, es preferible que haga memoria de algunos Santos o que evoquen el bien; como, por ejemplo, vestidos de los Pastorcitos de Fátima, ángeles, de piloto, de médicos, de personajes que han sido buenos y en general de cosas que edifiquen y que no evoquen la muerte sino la vida.
En conclusión; de esta celebración podemos conservar lo bueno y desechar lo malo. Asumirla y darle un sentido distinto, aprovechándola para evangelizar.



Importante información y reflexión.
✝️💗
Espectácular. Nos recuerda lo que verdaderamente debemos celebrar